Un gol de Manucho en la última jugada del partido hizo justicia en Riazor, en el empate a uno entre el Deportivo de La Coruña y el Real Valladolid. Al menos justicia relativa, porque el Pucela fue mejor que el Deportivo en el cómputo global del encuentro.
Cuando la derrota del Real Valladolid ante el Deportivo parecía increíble y ya inevitable, apareció como un tanque la figura espigada del angoleño para empujar con todo un balón suelto en el área que, tras un centro, cabecearon Óscar, Víctor Pérez y Valiente hasta que Manucho, que había entrado en el campo en el minuto 77 por un Javi Guerra renqueante, marcó el gol del empate.
El partido tuvo una lectura muy nítida. El Real Valladolid encaró el partido como siempre, con personalidad y mando. Y estuvo cerca de adelantarse (Nauzet pifió un remate franco para marcar), pero el Deportivo se aprovechó de un error de Jaime en el minuto 23 para adelantarse en el marcador. El "Zamora" de la Liga Adelante no midió bien la salida sobre un balón en profundidad sobre Lassad y cometió penalti sobre el delantero franco-tunecino, que llegó antes el balón que el portero castellano-manchego. Uno de los escasísimos errores del mejor portero de la categoría, que al Pucela le costó muy caro porque Guardado puso el 1-0.
El líder, un equipo con mucho oficio, rocoso en defensa (donde el ex blanquivioleta Borja formó en el eje con el portugués Zé Castro), que cierra bien los espacios en el centro del campo y que en ataque es capaz de llegar muy fácil, muy rápido y con mucho peligro al área rival, golpeaba primero.
Pero la respuesta del Pucela estuvo llena de intensidad. Se fue a por el partido y dispuso de ocasiones para empatar, sobre todo dos: un mano a mano de Jofre con Lux que desbarató el portero y una incursión de Nauzet por la derecha que Morel paró en la línea del área, aunque el colegiado convirtió el penalti en una falta fuera.
En la segunda mitad el partido fue un monólogo del Real Valladolid, que lo intentó como de costumbre: moviendo y moviendo el balón hasta intentar buscar un resquicio en la defensa del Deportivo. Lo cierto es que los blanquivioleta encerraron al Dépor, pero tampoco tuvieron la suficiente clarividencia para encontrar el camino del gol y en alguna contra aislada los gallegos pudieron sentenciar, sobre todo en un remate de Bergantiños que atajó bien Jaime.
En los últimos minutos, ya con Bueno (por Jofre) y Manucho (por Javi Guerra) en el campo, el ataque blanquivioleta fue descarado. Siempre con la cabeza fría, sin descomponerse, pero con la rabia y la fe que mueve montañas. De eso también el Real Valladolid sabe mucho. El Pucela nunca tira la toalla y en la última jugada encontró el premio del gol.
Manucho rescató un punto más que merecido, que deja la espada del ascenso directo en todo lo alto, con el Depor como líder con 76 puntos; el Real Valladolid segundo con 71 puntos y el Celta tercero con 68 puntos, pero con la media hora pendiente que tiene que jugar este martes en Cartagena, a puerta cerrada, y con 1-1 en el marcador.
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Fotografías (Ammedia). En Portada: Manucho, nada más marcar el gol del empate en Riazor. Arriba: Los jugadores del Real Valladolid celebran el tanto del angoleño.
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