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1-1: Valladolid y Mallorca lo dejan en tablas

El equipo blanquivioleta mandó en la primera parte, fue inferior a un Mallorca que empató en la recta final de penalti y pudo ganar en el descuento a pesar de quedarse con 10 jugadores

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Real Valladolid y R.C.D. Mallorca se repartieron los puntos en Zorrilla con justicia. Quien no fue muy justo fue el juez de la contienda, el colegiado, que con 1-0 se comió un penalti de libro de Scaloni sobre Llorente, al que agarró para impedirle rematar de cabeza. El árbitro andaluz Paradas Romero sí vio en el minuto 79 la zancadilla de Álvaro Rubio sobre Trejo que supuso el gol del empate de Ibagaza, de pena máxima, y que neutralizaba el gol de Llorente en el minuto 38 de partido.

Más allá del grave error del colegiado que podría haber supuesto el 2-0, el Real Valladolid cuajó un buen encuentro en la primera parte, pero se vio superado por el Mallorca en la segunda. Sólo la brillante actuación de Sergio Asenjo con tres providenciales intervenciones tras el descanso evitaron que el Real Mallorca volase hacia Palma con los tres puntos en el avión.

En la primera mitad, el Real Valladolid fue un equipo agresivo y con profundidad. El Mallorca tuvo que aplicarse en defensa para evitar un marcador más adverso del 1-0 porque los vallisoletanos llevaron mucho peligro hasta las inmediaciones de Moyá. Marcos disparó alto en una excelente posición y Llorente en dos ocasiones disparó fuera por centímetros. El gol de Llorente a la salida de un córner que primero remató García Calvo al larguero y luego Rafa, para dejar en bandeja el testarazo al pichichi blanquivioleta, no fue sino el justo premio a lo que había sucedido en la primera mitad.

En esos primeros 45 minutos Güiza, Jonás, Arango e Ibagaza, los excelentes jugadores del Mallorca en el último tercio del campo, habían estado bien vigilados por el entramado defensivo del Real Valladolid, que se desenvolvió con agresividad, concentración y rapidez.

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Foto (Gonzalo Martín): Víctor no pudo batir a Moyá en esta clara ocasión, en la segunda mitad.

Pero la tortilla se dio la vuelta en la segunda mitad. El Mallorca salió a por el partido y metió al Real Valladolid en su campo. Asenjo salvó el empate en el minuto 57 cuando Borja Valero, sustituto de Jonás, disparó cruzado y el palentino atajó.

El empuje del Mallorca dejó huecos en su retaguadia, pero los vallisoletanos, aunque quisieron salir a la contra, no encontraron la forma de hacer daño a la zaga bermellona. Y cuando lo hicieron, allí estaba el colegiado para evitar su debacle. El penalti de Scaloni fue claro, pero el ansia de Llorente por hacer gol le llevó a rematar a pesar de estar claramente agarrado por el defensa argentino y el colegiado pasó por alto la acción. Llorente es honrado y eso, visto está, debe ser un pecado, porque no es ni la primera ni la segunda pena máxima que al delantero vasco le dejan de señalar esta temporada. Llorente, zarandeado, agarrado, sujetado, hace todo lo posible por no caerse y tratar de acabar la jugada. El premio por ser honrado es la penalización del juez. Triste.

Con el paso de los minutos, el Mallorca fue a más y la zaga vallisoletana empezó a dar síntomas de nerviosísmo. Ya en el minuto 70 Güiza falló la ocasión más clara de su vida ante Sergio Asenjo, pero en el minuto 79 Trejo se escapó de García Calvo y Álvaro Rubio hizo penalti en la cobertura. Ibagaza no perdonó.

El empate hizo daño al Valladolid, pero el equipo de Mendilibar supo levantarse con la entrada en la recta final de Aguirre y Manchev, sumada a la expulsión de Nunes. El ansia por ganar en la recta final pudo pasarle una factura muy grande a los vallisoletanos porque el Mallorca, encerrado, salía con mucho peligro al contraataque. Y si no ganó el partido fue porque en el descuento Sergio Asenjo volvió a sacar de forma increíble otro remate a placer de Güiza, que, afortunadamente para el Real Valladolid, no tuvo su día.

Fotografías de portada y superior (Gonzalo Martín): dos secuencias diferentes del agarrón de Scaloni a Llorente.