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Portada RV Simancas

El camino de la capitana del Real Valladolid Simancas

A pesar de no poder jugar durante dos años por falta de equipos en su infancia, Noelia alcanzó la Segunda División y ahora es referente en el proyecto femenino blanquivioleta

Noelia tuvo que dejar dos años el fútbol al no encontrar equipo femenino cuando era una niña. Ella, que hoy porta con orgullo y responsabilidad el brazalete de capitana del Real Valladolid Simancas, dejó claro desde muy pequeña que lo suyo era el balompié y fue superando obstáculos hasta llegar a la segunda categoría del fútbol femenino español. Salió a Galicia persiguiendo su sueño y regresa, recien cumplidos los 24 años, a la que fue una de sus primeras casas para defender los colores de su ciudad, tanto en el campo como desde el banquillo de cantera, y seguir colaborando para que las pequeñas hoy tengan las oportunidades que ella no tuvo.

Los primeros recuerdos futboleros se los refresca su hermana mayor, que "siempre me ha contado que a las muñecas las quitaba la cabeza y empezaba a jugar al fútbol". En primera persona, Noelia Díez González (Valladolid, 5 de octubre de 1998) viaja a su infancia para recordar que "en el patio del colegio siempre nos daban un balón de baloncesto y me ponía a darlo patadas". Esa pasión se canalizó primero en una cancha de fútbol sala en el equipo de su colegio y después, ya en Laguna de Duero donde se mudó su familia, federada en fútbol 7. La temporada siguiente llegó al equipo femenino del Villa de Simancas pero un curso después desapareció y "como a mi padre le encanta el atletismo me llevó a su zona" donde estuvo un par de años, pero "deseaba salir de ahí y en cuanto nos dijeron que en Laguna iban a crear equipo femenino me apunté". Y hasta ahora.

Un pasado que es muy relevante para contar la historia de la capitana, y la de muchas niñas que en los años 2000 deseaban, al igual que tantos niños, hacer del fútbol su referencia. Porque a través de ese pasado es más fácil entender hoy el presente, y adivinar el futuro. "Estos últimos años el fútbol femenino ha dado pasos agigantados, es verdad que aún queda por trabajar pero ha crecido mucho" se felicita la vallisoletana, que profundiza en su análisis de la situación actual: "Antes no se veía tan bien que una chica jugase al fútbol, ahora se ve mejor. Los partidos se ven en la tele, salen en las noticias y la gente lo normaliza, es lo que hacía falta, que se fuese viendo. La gran mayoría de la gente lo conoce aunque aún quede bastante".

Desde el banquillo y desde el campo
La opinión de Noelia es muy valiosa porque conoce la realidad del fútbol femenino desde dos perspectivas, ambas en clave blanquivioleta. Una es una nueva experiencia para ella, y en la otra es, a pesar de su juventud, una veterana. 

Como segunda entrenadora del equipo benjamín A "intento dar lo mejor de mí a las niñas, lo importante es que disfruten y se formen como personas". Asume, con humildad, que "cada día aprendo una cosa nueva, no sabes por dónde van a salir, tú das una corrección y ellas te responden con su versión"; mientras que reconoce que "en el banquillo me pongo muy nerviosa, en el campo tú estás a tu rollo y lo tienes todo controlado pero desde fuera controlas en cierta parte, se vive desde otra perspectiva".

Esta temporada el Real Valladolid ha impulsado, por primera vez en su historia, tres equipos de cantera íntegramente femeninos, en categorías benjamín, alevín e infantil. "Una situación muy buena, ojalá hubiese vivido yo desde pequeña tantos equipos a los cuales pudieses ir" manifiesta Noelia, que vuelve atrás para ejemplificar el progreso del deporte femenino. "De pequeña solo había equipos masculinos y mixtos, y algunos ni te cogían" lo que suponía, en la práctica, cerrar las puertas al desarrollo futbolístico de esa niña, una desigualdad de oportunidades respecto a sus compañeros chicos que se va nivelando con lentitud pero constancia.

Proyecto muy ambicioso
Ese rol didáctico que Noelia desempeña como técnica lo traslada también al verde, donde tiene una dilatada trayectoria. Sus compañeras la eligieron al inicio de temporada como líder del Real Valladolid Simancas y ella siente el peso del brazalete, "una responsabilidad muy grande y más siendo la primera vez que soy capitana" en la que "intento ayudar a las más jóvenes porque yo he aprendido de una forma, y no me gustaría que ellas aprendieran así, intento hacérselo más fácil, que disfruten y aprendan". 

Porque, en el fondo, y más cuando empiezas en un deporte, "lo más importante es disfrutar". "Luego te vas formando y ya tendrás tiempo para crecer y tirar hacia arriba" explica, en esa complicada, larga pero bonita carrera hacia el profesionalismo en un fútbol femenino que se abre paso en pro del reconocimiento y respaldo para las futbolistas de élite. Lo dice Noelia, quien conoce varios escalones por encima de esta liga Gonalpi tanto en las filas del San Pío X con quien ascendió a Nacional, del Parquesol con quien subió a Reto Iberdrola (la antigua Segunda División) y del club lucense Peluquería Mixta Friol, que milita en la categoría de plata (hoy llamada Primera RFEF Femenina).

Ahora ha abogado por volver a la que fue su casa y poner su experiencia al servicio del equipo para crecer con este "proyecto muy ambicioso en el que tenemos que ir paso a paso, es un equipo nuevo, nos tenemos que conocer unas a otras y cuando empecemos va a funcionar, este año lo más importante es luchar cada partido". 

De momento, en este inicio del Real Valladolid Simancas, en la vuelta del fútbol femenino en blanquivioleta once años después, las jugadoras de Rubén Beltrán han hecho de los Anexos un fortín con pleno de victorias. Felices porque "se nota que la gente está con nosotras", tanto que el primer día "salimos bastantes nerviosas porque no esperábamos tanta gente animando", un sueño ronda por las cabezas, ahora que otras plazas han conquistado esas cotas. ¿Y sí Zorrilla albergase pronto su primer partido femenino? "Me lo imagino lleno de aficionados animándonos y estaríamos muy nerviosas, pero es algo que hace mucha ilusión. Llevas trabajando desde pequeña para poder conseguirlo y ojalá algún día sea así", concluye Noelia augurando un futuro que, ojalá, esté próximo.