El Real Valladolid afronta este domingo un partido muy importante para su devenir liguero. Se enfrenta al colista, el Levante U.D., y en caso de ganar asestará un duro golpe a un rival directo y saldrá muy fortalecido en la tabla y su moral por sumar la primera victoria en Zorrilla y encadenar dos victorias seguidas y cuatro partidos sin perder en la máxima categoría. En caso de derrota ocurrirá tres cuartos de lo mismo, pero el sufridor sería el equipo blanquivioleta.
El Levante está firmando una temporada muy gris, hasta el punto de que la victoria en la última jornada le salvó de haber batido al Sporting 97/98 en su triste récord de haber sido el peor arranque liguero de la historia. Perdió en la primera jornada, en la segunda empató en Valencia ante el Murcia y luego encadenó ocho derrotas consecutivas hasta que goleó al Almería por 3-0 el pasado domingo. Por el camino, Abel Resino, el técnico levantinista, fue destituido tras la derrota en Zaragoza en la séptima jornada, dando paso en el banquillo al italiano Giovanni De Biasi.
El equipo azulgrana, al igual que el Valladolid, está teniendo problemas en defensa, dado que el conjunto más goleado con 23 tantos en contra. En esta triste faceta el Real Valladolid le sigue de cerca, con 22 goles encajados. La diferencia entre ambos equipos se encuentra en la portería contaria: mientras el Real Valladolid sí ve puerta (15 goles a favor), el Levante está negado a la hora de fabricar ocasiones y de rematarlas (6 goles a favor)... o al menos lo estaba, porque el pasado domingo se destapó endosando tres goles al Almería.
Y los tres goles llevaron la firma de Riganó (Lipari, 25-05-74), un delantero centro italiano de 1,91 y 84 kilos que llegó esta temporada a Valencia procedente del Messina. En el Levante había muchas esperanzas depositadas en Christian Riganó. Sus 19 goles en 27 partidos en la última temporada le avalaban; no en vano, fue el tercer artillero del calcio. Pero ni él ni sus compañeros estaban respondiendo, hasta el punto que en el anterior partido en el estadio Ciutat de Valencia, Riganó fue silbado por los mismos aficionados que el domingo ya le veneraban.
En la edición digital de El Mercantil Valenciano se lee lo siguiente: "Cuando el adolescente Riganò trabajaba como albañil en su Lipari natal, no llegaría a imaginar que sería protagonista de tal arrebato goleador. Il Leone estuvo perfecto. Tres goles que perfectamente pudieron ser cinco, con un repertorio a base de voleas, remates de cabeza, trabajo defensivo e incluso chilenas. Exhibió un instinto goleador que hasta la fecha sólo se le intuía en los videos de youtube y en los cánticos archivados en la hemeroteca de los hinchas viola del Fiorentina: «Dios perdona, Riga-no!» . El veterano delantero contagió al resto de sus compañeros, que mostraron el mejor fútbol que llevan en sus botas".
Por su altura y fortaleza, quizá estaba llamado a ser marcado por dos defensas del mismo corte como Iñaki Bea o Alexis, pero Riganó se tendrá que ver las caras con dos centrales en un buen momento de forma como Rafa y García Calvo. El duelo está servido y, probablemente, quien le gane, se quedará con los tres puntos.
Fotografías: www.levanteud.com