Sufriendo, como no podía ser de otra manera en una temporada larga y difícil, el Real Valladolid consiguió en la noche de este sábado el ascenso a la Primera división tras empatar a uno con el Alcorcón en el partido de vuelta del play-off de ascenso disputado en un Estadio Zorrilla abarrotado y que vibró como no se recuerda con su equipo.
Y sufrió porque el Alcorcón se puso por delante en el descuento de una primera parte en la que la responsabilidad pesó a ambos equipos. Las ideas no fluyeron y el partido estuvo más en el terreno del esfuerzo que en el de la exquisitez, como era lógico y normal. Pero en descuento de esta primera mitad de la nada el Alcorcón sacó un gol. Desde su propio campo el lateral izquierdo Ángel puso un centro al área, Fernando Sales, con su velocidad se adelantó a la defensa y conectó un cabezazo en vaselina imparable para Dani.
El 0-1 fue un auténtico jarro de agua fría en Zorrilla, pero el descanso aclaró las ideas del Real Valladolid y en una contra magistral que comenzó Sisi y continuó Óscar, Javi Guerra -quién si no- fusiló a Manu y puso el empate que allanaba el camino, pero que no dejaba clara la eliminatoria porque un nuevo gol del Alcorcón le daba el ascenso por el valor doble de los goles fuera de casa.
Con el empate, el encuentro entró en una fase de incertidumbre, de nervios. Había mucho en juego. Pero hubo un momento en el que el Real Valladolid tuvo la sangre fría para mantener el tipo, aguantar el juego directo del Alcorcón y salir con unos contraataques mortíferos que provocaron ocasiones clarísimas. Nauzet, Javi Guerra, Sisi, Óscar... las llegadas a la portería del Alcorcón fueron un chaparrón. Pero como el gol no entró, la incertidumbre llegó hasta que Hernández Hernández pitó el final del partido y la ilusión de un equipo, de un campo, de una ciudad, de una provincia y de miles de vallisoletanos repartidos por el mundo pudieron explotar de alegría.
El Real Valladolid es de Primera.
Fotografía (Gonzalo Martín Velasco): Sisi celebra el gol de Javi Guerra.