El Real Valladolid B recién alcanzó el ecuador del campeonato y lo ha hecho con la sensación de que, hasta la fecha, la senda es la correcta. El bloque que comanda Miguel Rivera está situado en la mitad de la tabla clasificatoria (undécimo), con 24 puntos en su casillero y alejado en un total de tres del puesto de promoción y cuatro de los de descenso, delimitados por el Unión Adarve. Una situación relativamente cómoda a la que ha llegado tras mejorar paulatinamente sus prestaciones a medida que avanzaba el curso.
En total, ha ganado cinco partidos y perdidos otros tantos, mientras que el número de empates cosechados es de nueve. Un balance que se sustenta en un bagaje anotador de 17 goles a favor por 21 encajados.
Si se atiende, por el contrario, a los números como local y visitante, el desempeño del Promesas es ostensible mejor en los campos Anexos al estadio José Zorrilla, donde ha obtenido cinco victorias, tres empates y una sola derrota, la que sufrió ante el Real Madrid Castilla en la quinta jornada (1-2). Sin embargo, todavía no ha obtenido un triunfo a domicilio y cuenta con seis empates y tres derrotas. Una asignatura pendiente que a buen seguro se aprueba en 2019.
Así las cosas, el Promesas empezó la temporada obteniendo un notable botín en los cinco primeros partidos, en los que cosechó dos victorias (Rápido de Bouzas y Las Palmas Atlético), dos empates (UD Sanse y Pontevedra FC) y una derrota (Coruxo FC). No obstante, tras este primer tramo, el Real Valladolid B encadenó una racha negativa de seis envites sin saborear las mieles del triunfo (tres empates y tres derrotas).
Una secuencia que se truncó el pasado 11 de noviembre (duodécima jornada) con un triunfo por 2-1 ante el SADCF Internacional. Desde entonces, los pupilos de Miguel Rivera han logrado dos victorias (Burgos CF and CD Guijuelo), cuatro empates (RC Celta B, CF Fuenlabrada, Salamanca CF UDS y RCD Fabril) y una derrota (SD Ponferradina) que, unidos a los resultados anteriores, han situado al Promesas en una posición intermedia (undécima) una vez finalizada la ida del campeonato.
Esta otorga una comedida serenidad, aunque el plantel blanquivioleta es consciente de que no hay lugar a la relajación en un grupo tan complejo como el I de la Segunda División B.
El próximo duelo para los chicos de Miguel Rivera se celebrará este próximo domingo, a las 12,00 horas y en el feudo de la UD Sanse.
