La expedición que el Real Valladolid desplazó a tierras inglesas para el stage de pretemporada ya está en casa. Tras un maratoniano viaje de más de diez horas, los blanquivioleta llegaron este domingo a la Residencia de Jóvenes Jugadores del Club. En el autocar que desplazó al equipo desde Barajas hasta Pucela no estaban todos los integrantes de la primera plantilla, puesto que muchos aprovecharon para dirigirse directamente a sus ciudades de origen para disfrutar con los suyos hasta que este martes por la tarde (Anexos, 19,00 horas) vuelvan al trabajo.
El viaje se desarrollo con normalidad. Por carretera desde Ashby de la Zouch hasta Gatwick -donde el avión hacia Barajas salió con una hora de retraso- y de nuevo por carretera hasta Valladolid. Los únicos sobresaltos llegaron cuando el avión que trasladaba a la expedición atravesó una zona de turbulencias cuando iba a aterrizar en la capital de España.
Atrás quedan diez días muy intensos en Inglaterra, con muchos entrenamientos, viajes y cinco amistosos en los que el Pucela ha cosechado una victoria, dos empates y dos derrotas. Más allá de los resultados, lo principal es que los jugadores han trabajado muy bien, los nuevos se han integrado de una manera óptima y que sólo Canobbio se ha visto aquejado por una lesión leve. Todas estas razones hacen que Mendilibar esté más que satisfecho con el stage.
El Real Valladolid afronta ahora la tercera fase de la pretemporada, en la que hay programados sendos amistosos ante el Celta de Vigo, el Racing de Santander, el Rayo Vallecano y el Villarreal. Para entonces la máquina ya tiene que estar totalmente engrasada, puesto que el 30 de agosto ya comienza la competición liguera en Almería.