Dar un paseo con tu familia, conducir hasta el trabajo, abrazar y bromear con los compañeros… Las cosas más simples son las que más echamos de menos. Todos. También Míchel, uno de los capitanes de la primera plantilla, que afronta con resignación y responsabilidad la cuarta semana de confinamiento. “Se hace un poco pesado, un poco largo, y valoras la libertad que antes tenías para poder salir y hacer cualquier cosa. Pero ahora mismo tenemos que quedarnos en casa, ser responsables y ayudar a todas las personas que están en primera línea de trabajo”, explica desde su piso en el centro de la ciudad.
Los días pasan entre los entrenamientos, el descanso, la lectura, el visionado de series, la consola, el whatsapp y, por supuesto, las videollamadas con la familia y con los compañeros. “Estamos en contacto en todo momento. Echas de menos el contacto que teníamos antes. Bromeamos bastante y también comentamos todas las noticias”. Se trata, por supuesto, de mantener bien unida la piña que ha traído al equipo hasta aquí.
Un equipo que está plenamente concienciado con la situación que atraviesa el país y que tiene claro que no habrá ningún problema para llegar a un acuerdo con el Club para reducirse el sueldo en caso de que no se pueda retomar la competición. “Nos han transmitido que cómo veríamos esa posibilidad, no se trata de una obligación. Hay muy buena predisposición por parte de las dos partes para alcanzar un acuerdo. Los jugadores somos conscientes de la situación que atraviesa la sociedad y el Club en particular, somos partidarios de que tenemos que ayudar en todo lo que podamos”, explica el valenciano. No en vano, Míchel insiste en que es “lógico” que los jugadores hagan “un esfuerzo” para que la situación no afecte a ningún trabajador después de la “ejemplar” decisión del Club de no acogerse a un ERTE.
El centrocampista se muestra esperanzado en que las negociaciones entre LaLiga y la AFE lleguen a buen término debido a la “voluntad” que hay de acabar la temporada en caso de que la situación sanitaria lo permita. “Nadie puede saber cuándo va a finalizar esta situación. Afición, clubes y LaLiga se merecen que acabemos la competición en el campo, creo que sería muy bueno que podamos volver a disfrutar del fútbol y de todo, como hacíamos antes”, sentencia.
La esperanza china
Debido a su pasado en China, donde jugó en el Guangzhou, Míchel fue de los primeros del vestuario en alertar sobre la posible gravedad de la situación a causa del Covid-19. “Cuando vi lo que estaba pasando hablé con Lu-Lin, mi compañero de habitación cuando jugaba en China y me comentó que tuviéramos cuidado porque la situación era un poco crítica, me advirtió de lo que podía ocurrir. Hace poco hemos vuelto a contactar y me ha dicho que ahora ha vuelto a la normalidad, que están asomando la cabeza y que pronto van a retomar las actividades y el fútbol. Eso es lo que te da un respiro y confianza, está claro que si en China lo han podido con el virus aquí también vamos a poder con él”.
