Llegó en el verano de 1999 procedente del Barcelona B y por 65 millones de pesetas. Una cifra muy baja en comparación con los enormes desembolsos que por aquel entonces gobernaban el fútbol mundial. Luis García (Badalona, 24-06-1978) debutaba en Primera División vestido de blanquivioleta sin ni siquiera sospechar que el futuro le deparaba una carrera profesional plagada de éxitos y buenos momentos.
A las órdenes de Manzano aterrizó en Valladolid junto a Tena, Arilson y los cedidos Congo y Rodrigo. La temporada no iba bien para los blanquivioletas, que tuvieron que reforzarse en el mercado de invierno con Javi Jiménez, Márquez y Shoji Jo. El resultado fue un "overbooking" en la delantera. Luis García tenía que pelear por un puesto con Alberto, Víctor, Peternac e Isailovic, aparte de los ya citados Congo, Rodrigo y Shoji Jo, por lo que decidió probar suerte como cedido en Toledo tras participar con el Real Valladolid en solo seis encuentros de Liga y dos de Copa. En la ciudad manchega estuvo seis meses, disputó 17 encuentros, anotó cuatro goles y, lo que es más importante, se curtió como jugador.
Mejor aún fue su formación la temporada siguiente (00/01) en Tenerife. El delantero fue esencial para la consecución del ascenso a Primera División por parte de un equipo entrenado por el que sería tan importante en su trayectoria profesional: Rafa Benítez. Luis García disputó 40 partidos ligueros en la isla y consiguió 16 goles que catapultaron a los tinerfeños a la Liga de las Estrellas.
Regreso a Pucela
Ya de vuelta a Valladolid estaba ante la temporada en la que iba a explotar definitivamente. A pesar de la mala suerte de sufrir el 20 de agosto de 2001 un esguince de rodilla derecha y la rotura del ligamento lateral interno que le tuvo apartado las primeras ocho jornadas de Liga, el delantero se hizo con un puesto en el buen equipo dirigido por Pepe Moré. Junto a jugadores como Tote, Sales, Caminero, Eusebio, Óscar, Cuáhtemoc Blanco, Jesús o Harold Lozano, Luis García ofreció un gran rendimiento que se tradujo en 10 goles en los 29 partidos que disputó entre Liga y Copa. "Guardo muy buenos recuerdos del año y medio que viví en Valladolid. Todavía mantengo contacto con mucha gente del Club y suelo recordar con mi mujer aquella época con mucho cariño. Fue una etapa maravillosa", asegura el ahora jugador del Atlético de Madrid.
Fotografía (César Minguela): Luis García, en su etapa blanquivioleta.
Campeón de Europa
Posteriormente, recaló en Madrid en su primera época como colchonero y, ya en la temporada 03/04, formó parte de la plantilla del FC Barcelona tras ejercer los catalanes una opción de recompra. Rafa Benítez le llamó, le ofreció la posibilidad de ser una pieza importante en el Liverpool y se convirtió durante tres temporadas en uno de los ídolos de Anfield. No en vano, contribuyó a ganar la Champions League en 2005. "Todo futbolista tiene la ilusión de ir progresando. Fui mejorando poco a poco y pude disfrutar de cada momento. Echo la vista atrás y me doy cuenta de que todas las decisiones que tomé en su momento fueron acertadas porque todo salió muy bien".
Fotografía (César Minguela): Luis García, en un partido ante Osasuna.
Este verano se le abrió la puerta de regreso al Atlético de Madrid y no lo dudó. "Tenía muchas ganas de volver a jugar en España y en el Atleti, así que la verdad es que estoy encantado". Luis García se medirá el próximo domingo al equipo que le dio la oportunidad de debutar en Primera División y para el catalán será algo muy especial. Suele seguir las evoluciones de los blanquivioleta y, desde la distancia, disfrutó la temporada pasada del ascenso logrado por los chicos de Mendilibar. "Les suelo seguir la verdad es que da gusto verlos jugar. Les gusta tener el balón y nunca te aburres de ver un partido suyo. Creo que tenía que estar más arriba en la tabla, ha dejado escapar puntos que merecía".
Campeón de Europa, internacional absoluto (18 partidos, 4 goles) y pieza destacada en conjuntos de la talla de Barcelona, Atlético de Madrid o Liverpool. Pero sigue siendo la misma persona humilde y afable que llegó a Valladolid hace ya ocho años. Un fuera de serie dentro y fuera del campo.
